Por Bruno Altieri
ESPNdeportes.com (Getty Images)
Kobe Bryant y Kevin Durant se cruzarán en el perímetro cuando se enfrenten los Lakers y el Thunder
BUENOS AIRES -- El mito de la bola de cristal es conocido por los fanáticos NBA. En una habitación roja, dentro de un armario marrón, existe una bola de cristal transparente, recubierta por una manta amarilla, que tiene el poder de develar los resultados de todos los cruces de postemporada.
Para llegar a la habitación roja, primero hay que encontrar un edificio violeta, frente a un auto gris, con el número 23 grabado en negro en la parte superior de una puerta naranja. Luego hay que abrir un candado dorado, que a su vez tiene dentro un candado azul, que a su vez tiene dentro un candado plateado. Nadie llegó nunca a la caja fuerte rosa.
Alguna vez me encontré con un auto gris frente a un edificio violeta. Pero luego el 23 no estaba en ningún lado y la puerta naranja, tampoco. ¿Los candados? Jamás. No puedo decir, hasta ahora, si esta historia es verídica o un invento tan grande como Halloween.
Durante el tiempo que abarca la temporada regular, siempre intento, de todos modos, encontrar este camino. Poder llegar a esta altura con certezas absolutas y no con variantes lógicas acerca de lo que influirá a favor o en contra en el camino hacia junio. Pero luego entiendo que no soy adivino, ni que tampoco apunto a serlo. Y también, sospecho, no debe haber espada de Damocles más pesada que poder tener absoluta convicción acerca de lo que pasará en el futuro.
Por lo tanto, que nadie espere un acierto cien por cien. Habrá quien crea una cosa, habrá quien crea otra. No está mal jugar de vez en cuando. Los playoffs, como se dice, son un mundo aparte.
Desde aquí, les paso un boleto para entrar a visitarlo.
CONFERENCIA ESTE
Cavaliers vs. Bulls (Ventaja de campo, Cleveland): Existe la posibilidad de que se hable, en Chicago, de algo más que de la pelea entre Vinny Del Negro y John Paxson.
Existe, también, la posibilidad de que los Bulls, tras ese drama de burbujas de transpiración en el mano a mano ante los Raptors, le quiten algún partido a los Cavaliers en el United Center.
Lo que no existe es la chance de que los Bulls eliminen a los Cavaliers en primera ronda. De ninguna manera. Las cuatro derrotas seguidas en serie regular no significan nada para un equipo de Cleveland que no tuvo a LeBron James en acción debido a que ya había asegurado la localía para todos sus potenciales cruces.
¿Dónde estará la diferencia en esta serie? En tres lugares: 1) la zona pintada 2) la defensa grupal 3) James. Aplicando disciplina en ese orden, el equipo de Mike Brown quebrará a su favor y pasará cómodo a segunda ronda. El mayor mérito del roster de los Cavs es la aceptación de roles: todos saben qué deben hacer y el lugar que ocupan en el sistema de juego.
Los Cavaliers están descansados, con ganas y listos para demostrar que son el mejor equipo. Todo lo contrario de los Bulls, que están agotados y plagados de jugadores entre algodones. Este cruce sólo servirá para que Derrick Rose cumpla el deseo de enfrentar a LeBron en una serie de postemporada. No esperemos mucha adrenalina, dientes apretados ni finales de película.
Todavía no es el momento.
PRONÓSTICO: Cavaliers en cinco juegos.
Magic vs. Bobcats (Ventaja de campo, Orlando): Hace unos meses, me deleité con los Bobcats y
anticipé que llegarían a la postemporada. Por fortuna, el equipo de Larry Brown no me hizo quedar nada mal. Es una pena que Charlotte no haya emparejado con un roster un poco más accesible la primera ronda, porque sinceramente no creo que puedan superar una barrera de acero como es el equipo de Stan Van Gundy.
Veremos en este cruce dos jugadores defensivos de elite. Por el lado de los Bobcats, Gerald Wallace, por el lado del Magic, Dwight Howard. Por supuesto, todo pasará por el juego sin pelota grupal y a diferencia del cruce entre Cavaliers y Bulls, aquí sí veremos partidos más cerrados.
Habrá que seguir de cerca cómo clausura Brown el juego de cuatro perimetrales y un interno de elite del Magic y cómo decide defender las acciones de pick and roll que involucrarán a Howard. Habrá que trabajar duro en la ayuda veloz cuando se rompa la primera línea o de lo contrario aquí, Orlando se hará un festín.
La profundidad en el plantel de Orlando puede traer otra diferencia. Ahora bien, sea como fuere, no creo que a Van Gundy le guste mucho enfrentar a un equipo aguerrido como Charlotte, que suele convertir el agua en vino utilizando la energía de su rival.
"Debemos sacarlos de la línea de tres puntos y en el caso de Howard, hacerlo jugar fuera de la pintura", le dijo Wallace a los periodistas. "Además, debemos atacarlo. Todos sabemos que es un gran tapador, pero no nos debe intimidar para penetrar y cargarlo de faltas", completó.
Esta serie será un partido de ajedrez entre dos entrenadores que disfrutan de los desafíos de este tipo. Comparto la opinión general que dice que ganará Orlando. Pero el que piense que será algo sencillo, está viendo la película equivocada.
Sin ninguna duda.
PRONÓSTICO: Magic en seis juegos.
Celtics vs. Heat (Ventaja de campo, Boston): Okey, aquí se enfrentarán el equipo que mejor está jugando -Miami- frente a uno de los equipos que peor lo está haciendo -Boston-.
Los Celtics perdieron dieciseis partidos esta temporada y nueve por dobles dígitos. En el medio del caos Doc Rivers dijo que posiblemente no siga con el equipo, y están entre algodones Kendrick Perkins, Paul Pierce y Kevin Garnett.
El momento del Heat es mágico: vienen de ganar 12 de los últimos 13 partidos, aunque claro, en esta racha ganadora no enfrentaron a ningún rival de jerarquía. La serie de temporada regular aventaja 3-0 a los Celtics, pero yo no estaría tan seguro de ver un pasaje fácil para los campeones de 2007.
El deporte tiene sus momentos y es ahí donde pueden surgir las sorpresas. Si los Celtics logran imponer su fortaleza en la pintura, acompañado al trabajo defensivo que alguna vez supieron tener, ganarán esta serie, pero si se enroscan en sus propias pesadillas -algo que hemos visto con frecuencia en los últimos tiempos- pueden complicarse.
Habrá que ver si el show de una sola persona conducido por Dwyane Wade puede estar a la altura de un golpe en primera ronda. Suena difícil, pero por las dudas saquen el encendedor y preparen la mecha.
En la cuenta regresiva, aquí podemos tener la primera explosión de la postemporada.
PRONÓSTICO: Heat en siete juegos.
Hawks vs. Bucks (Ventaja de campo, Hawks): Ay, ay, ay... ¡Cómo me hubiese gustado ver esta serie con Andrew Bogut presente en los Bucks! Hubiese sido un espectáculo diferente.
Pero aquí estamos. Y con la baja por toda la temporada de Bogut por lesión -todavía me duele cada vez que veo esa aparatosa caída frente a los Suns- los Bucks de Scott Skiles irán de punto frente a un equipo de Hawks que tiene hambre de algo más importante que una primera ronda.
Si buscamos historias de playoffs, encontraremos como destacada la primera aparición de Jamal Crawford en postemporada. El gran candidato a ser el sexto hombre de la NBA 2009-10 será una carta clave cuando salte desde el banco. Si pensamos en la estructura de los Hawks, veremos que el equipo casi no se modificó en materia de nombres respecto a la temporada pasada cuando perdieron en semifinales de Conferencia Este ante los Cavaliers. Todo lo contrario con los Bucks, que han desarrollado una piel netamente distinta gracias a la llegada de John Salmons, Brandon Jennings, Ersan Iliasova y Carlos Delfino, entre otros.
Lo cierto es que los Hawks dominarán esta serie por varias razones, entre ellas su experiencia grupal, su balance desarrollado, la presencia superior entre los internos debido a la ausencia de Bogut, la capacidad atlética y su defensa. Sobre todo su defensa. Sospecho que los Bucks pueden robar al menos un juego, pero no mucho más que eso.
Ya es altamente destacable que Scott Skiles haya llevado hasta aquí al equipo como lo hizo. Pero pretender ganar esta primera ronda de playoffs sería demasiado premio. Suena hasta ilógico sólo pensarlo.
PRONÓSTICO: Hawks en cinco juegos.
CONFERENCIA OESTE
Lakers vs. Thunder (Ventaja de campo, Los Angeles): La semana pasada
escribí acerca de los Lakers y afirmé que jugando de la manera que los estaban haciendo, no serían campeones de la NBA.
Esa idea sigue presente, pero sería bueno ver si los Lakers están preparados para enderezar el timón. Phil Jackson salió a calentar la serie con el punzón propio del Maestro Zen: "Kevin Durant viaja mucho a la línea porque recibe trato de súper estrella por parte de los árbitros".
Realmente, ¿Hacía falta hacer ese comentario? Lo único que generó Jackson fue calentar un ambiente que no merecía ser calentado. Durant salió al cruce y dijo que le parecía "una falta de respeto" las palabras del entrenador angelino. Quizás, la estrategia de Phil de predisponer a los árbitros a su favor, puede terminar siendo veneno para su propia cosecha.
Los Lakers no necesitan observar tanto a su rival, al menos en primera ronda. Si buscan hacia dentro, los campeones verán que tienen todas las armas disponibles para salir a flote en este cruce. Por ahora están oxidados, lentos, predecibles. Su ofensiva triangular se mueve con movimientos aprendidos de memoria y no con la chispa que se necesita para sorprender. Los Lakers tienen que abandonar la complacencia y recuperar el espíritu que alguna vez tuvieron. Kobe Bryant puede volver a ser Kobe Bryant, siempre y cuando esté saludable. Y más allá de la lesión de Andrew Bynum, Pau Gasol y Lamar Odom -serán claves en esta eliminatoria- deberían ser mucho problema para los hombres grandes del Thunder, menores en jerarquía. Los Lakers, además, tienen que abrir el saco y buscar soluciones en la segunda unidad. Son mucho más que cinco jugadores, pero por ahora, esto es mucho más hipótesis que conclusión.
Sea como fuere, el básquetbol no se gana con nombres. Se necesita un juego de conjunto aceitado, defensa asfixiante y sobre todo intensidad para llevar el juego al terreno que uno desea. El Thunder tiene todo esto y también a un genio en ascenso como Kevin Durant. Los Lakers deberían ganar esta serie, pero para hacerlo tienen que volver a encontrarse con ellos mismos. Defender. Mirarse al espejo, olvidar las arrugas y volver a sonreír. Eso sí, siempre con las alarmas encendidas: si no despiertan desde el primer minuto de la serie, Oklahoma City puede dar un golpe tan grande como el que dieron los Warriors ante los Mavericks en 2007.
Un dato más a tener en cuenta: si Jordan Farmar sigue lesionado, habrá sobrecarga de minutos en Derek Fisher. Del otro lado está Russell Westbrook... y todos saben lo que pasa cuando los armadores veloces enfrentan al base titular de L.A.
A tenerlo bien presente.
PRONÓSTICO: Lakers en siete juegos.
Mavericks vs. Spurs (Ventaja de campo, Dallas): No me gustaría estar en la piel de los Mavericks. No me gustaría, tras haber ganado sudando la gota gorda el segundo puesto de la Conferencia Oeste, tener que enfrentar a un equipo que tiene la palabra 'revancha' grabada a fuego en el pecho.
Quizás este sea el cruce más difícil de pronosticar de esta primera ronda. Antes del 18 de febrero, la llegada de Brendan Haywood y Caron Butler enriqueció a los Mavericks al punto tal de ponerlos como favoritos al campeonato. Pero ya sabemos lo que puede suceder cuando a Dallas se le coloca el mote de candidato a algo.
Mark Cuban puede decir lo que se le antoje, pero sabe en el fondo de su ser que San Antonio no era lo que merecían. El equipo campeón de 2007 está construido con el molde de postemporada, arranca y termina los campeonatos pensando en la instancia que se viene. Tiene experiencia y está recuperando el filo. Los Spurs, además, tienen de regreso a Tony Parker y si bien todavía está falto de ritmo, por primera vez en mucho tiempo contarán con su monstruo de tres cabezas sin problemas de lesión. Aún George Hill está entre algodones, pero se estima que llegará sin dolores a disputar esta serie, y Richard Jefferson está en su mejor momento con la franquicia de SA.
Todo pasará por la defensa, el ritmo y el control sobre las figuras estelares, principalmente Manu Ginóbili y Tim Duncan en San Antonio, y Dirk Nowitzki en Dallas. Tanto Spurs como Mavericks arriban en un gran momento a este pareo, pero la diferencia radical es que San Antonio llega de codearse contra rivales de jerarquía mientras que Dallas, en el último tramo de serie regular, ha tenido rivales menores en calidad. Una simple cuestión de calendario que, en los mínimos detalles, puede terminar siendo importante.
¿Habrá dado en el clavo Gregg Popovich con descansar a Timmy-D y Manu en el último partido ante Dallas? ¿Será una cuestión de motivación haber buscado al rival de ayer, de hoy, de siempre en postemporada? ¿Inculcará el sabor de la revancha en la mente y corazón de sus muchachos? El sabio de pelo blanco tiene razones que a veces, la propia razón, no entiende.
Todas las respuestas las tendremos a partir del domingo. Estamos ansiosos por conocerlas.
PRONÓSTICO: Spurs en siete juegos.
Suns vs. Blazers (Ventaja de campo, Phoenix): Debo ser franco y sumarme a la lista de los que subestimaron a los Suns. No digo que vayan a salir campeones de la NBA, pero sí debo asumir que son un equipo bastante distinto que las versiones anteriores de Phoenix.
Sobre todo en defensa. Y en rudeza. Aquí hay que aplaudir a Alvin Gentry, que logró con un ritmo galopante lo que Terry Porter no consiguió con su adicción a la cámara lenta. Este es un buen cruce para los Suns, y también puede llegar a serlo para los Blazers. La razón es simple: Phoenix no cuenta con un centro estelar -incluso Robin López sigue más cerca de la enfermería que de la cancha- y Portland ha alineado, por lesión, cinco centros distintos en el quinteto titular desde que comenzó la temporada.
Por lo tanto, ambos pueden estar satisfechos en los matchups uno a uno. De todos modos, los Suns son el equipo más caliente del Oeste en este momento y tienen la kryptonita ideal para LaMarcus Aldridge (Amare Stoudemire) si es que Brandon Roy finalmente no juega por su problema en el menisco de su rodilla.
Portland es un equipo que ha superado obstáculos de lesiones a lo largo de la temporada regular y es un enorme mérito que estén ubicados en este lugar. Pero a decir verdad, parece demasiado escollo parar el ritmo y la capacidad anotadora de Phoenix con un roster disminuido. Esta vez, el pick and roll de Steve Nash y Stoudemire puede volver a ser un teorema insoluble.
Los Blazers son el mejor rival para poner a Lopez a tono de cara a una potencial segunda ronda.
PRONÓSTICO: Suns en cinco juegos.
Nuggets vs. Jazz (Ventaja de campo, Denver): Es doloroso decirlo, pero desde que George Karl está fuera del equipo por su tratamiento contra el cáncer de cuello y garganta, los Nuggets parecen haberse lanzado desde un barranco abrazados a un alambre de púa.
No sólo están jugando mal, sino que se los nota nerviosos, agitados y con las mismas reacciones inmaduras que en temporadas anteriores. El Jazz, por su parte, figura ordenado por el armado de Deron Williams y el acople del resto de las piezas del puzzle de Jerry Sloan, pero las dudas aparecen cuando se trata de la salud de Carlos Boozer, aunque el jugador ya aclaró que estará presente en el juego del sábado.
De todos modos, la presencia entre algodones de Boozer se equipara con la de Kenyon Martin, quien ya volvió a la alineación tras su lesión de rodilla pero está lejos de la versión demoledora que fue en la pasada temporada. Utah tiene, además, a Paul Millsap para cubrir el trabajo de Boozer -han iniciado bastantes veces con los dos ala-pivotes- y también está Mehmet Okur, aunque con algunos problemas en el tendón de aquiles que le permiten jugar pero no lo dejan estar al cien por cien.
Todavía está en duda la presencia de Andrei Kirilenko por problemas en la pantorrilla -será crucial que regrese en condiciones si Utah quiere tener chances de algo importante-, pero más allá de esto el Jazz ha evidenciado un crecimiento notable de juego de conjunto y luce más enfocado que Denver a esta altura de la temporada. La localía siempre ha sido un factor de peso para ambos equipos, por lo que sabemos el valor que puede tener robar un juego fuera de casa.
En esta eliminatoria, jugará un rol fundamental el estado anímico. En materia de talento, los Nuggets tienen un roster capaz de quebrar las defensas como una grieta en un vaso de cristal. Pero si esas energías no están orientadas y se desparraman sin sentido, pueden terminar lastimándose a sí mismos. Habrá que prestar atención a tres puntos cruciales: 1) el trabajo de los internos en la batalla rebotera 2) el duelo de bases entre Williams y Chauncey Billups (un dato: Denver promedia casi 24 asistencias en las victorias y casi 17 en las derrotas) 3) la defensa grupal.
Los Nuggets han lucido algunos problemas en la transición defensiva y eso puede costarle caro si el Jazz apunta a correr, algo que hemos visto en varias oportunidades de la temporada. También deberán prestarle atención al juego de pick and roll de Williams con los internos -velocidad en las ayudas, por favor-, ya que el base de Utah es un especialista en lograr espacios y lastimar de ese modo.
Será una serie pareja al extremo, pero el presente parece hacerle, por centímetros de diferencia, un guiño al equipo de Jerry Sloan.
PRONÓSTICO: Jazz en seis juegos.